El monólogo interior en el cine
- escine
- 19 abr 2020
- 2 Min. de lectura
La pelea clásica entre cine y literatura pierde sentido cuando se asume que son lenguajes distintos, el primero utiliza la imagen como herramienta, mientras la segunda tiene en la imaginación del lector a su principal cómplice; de ahí que la discusión centrada en definir qué es mejor: libro o película, termina siendo retórica.

Suele causar desencanto en los lectores cuando se adapta para el cine alguno de sus libros preferidos. El universo formado en la imaginación no siempre coincide con el que se ve en pantalla. Convertir en guion cinematográfico cualquier texto no es tarea sencilla y se complica dependiendo de la técnica narrativa utilizada en la obra literaria.
Existen novelas que muchos consideran imposibles de filmar: Cien años de soledad o Ulises, ambos libros de compleja estructura literaria. El realismo mágico de Gabriel García Márquez se hace grande en función de las imágenes instaladas en la mente de cada lector y el monólogo interior de James Joyce fluye a la velocidad de los pensamientos, ¿cómo trasladar tal cosa a la pantalla?
El monólogo interior es una técnica narrativa en la que el autor intenta capturar los pensamientos del personaje y llevarlos al texto, a veces de forma ordenada, otras de manera caótica. Trasladarlo al cine y lograr que sea atractivo puede ser decepcionante, aunque existen algunos ejemplos con resultado exitoso.
Adaptation
Película dirigida por Spike Jonze y escrita por Charlie Kaufman/Donald Kaufman, muestra la dificultad que supone para el guionista adaptar al cine la novela El ladrón de orquídeas. El protagonista tropieza una y otra vez con el miedo de crear algo comercial, entonces sus pensamientos divagan y son puestos en imágenes y voz en off, pero al mismo tiempo que logra escribir, la historia transcurre en pantalla, creando una suerte de monólogo interior que va del caos al pensamiento estructurado.
American Splendor
Harvey Pekar es un tipo común y corriente, hipocondríaco él, a quien agobian los problemas del diario vivir: las relaciones de pareja, la música, la cultura o las cosas triviales. Habla sin parar y muchas veces sus interlocutores no lo interrumpen, ni lo escuchan, por lo que los diálogos se convierten en monólogos cercanos al fluir de conciencia. En la cinta dirigida por Shari Springer Berman y Robert Pulcini, el personaje principal es interpretado por Paul Giamatti, pero también alternan imágenes del verdadero Pekar con animaciones similares a la novela gráfica que inspira la cinta; el resultado final es la mezcla de los pensamientos del protagonista, director, escritor e ilustrador.
The Hours
La novela de Michael Cunninghan cuenta la historia de tres mujeres en tres épocas distintas, la primera escribe, la segunda lee y la tercera protagoniza. En el relato Virginia Woolf intenta vencer el bloqueo de escritor y logra hilvanar la primera frase de su novela Mrs. Dalloway: “La señora Dalloway decidió que ella misma compraría las flores”. A partir de ahí se desarrollan novela y filme- El novelista construye su obra a pausas, mientras que Stephen Daldry, el director, concatena en pantalla las acciones de las protagonistas, logrando que la secuencia inicial sea ágil y hermosa: fluir de conciencia de director y personajes.
Las tres películas se basan en obras literarias que utilizan la técnica del monólogo interior, de complicada ejecución escrita y de difícil adaptación al cine.
Fernando Ramos
Escritor.
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