Memorias de un asesino (2017)
- escine
- 13 may 2020
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 20 may 2020
Memoir of a murderer, titulada también A Murderer´s guide to Memorization es un thriller dramático dirigido por Won Shin-yun, adaptación de la novela Quién sabe si mañana seguiremos aquí, producida en Corea del Sur en 2017.
“Espero matarlo pronto. Tengo lagunas mentales cada vez más frecuentes. No me queda mucho tiempo. A este paso pronto acabaré convertido en un inútil. Me siento deprimido…”

Un diario puede ser un registro meticuloso de la vida propia, una ventana infinita al aburrimiento o bien una invitación vivaz a conocer lo más cerca posible a un personaje viéndose a sí mismo y a los demás. Kim Young-Ha, logró en Quién sabe si mañana seguiremos aquí (novela publicada originalmente en Corea del Sur en 2013) acercarnos a la confusa percepción de un asesino jubilado que debe lidiar con los estragos del deterioro cognitivo causado por Alzheimer justo en el momento en que percibe que su hija es acechada por otro asesino. La novela, escrita a manera de diario, envuelve al lector en la misma confusión que siente el personaje central, Kim Byeongsu, quien mientras intenta disipar sus propósitos en el día a día, rememora su carrera criminal, hace reflexiones sobre el pasado y manifiesta su gusto por la poesía en una narración ágil por los sobresaltos que presenta y que a la vez resulta inquietante.
Una adaptación generalmente debe recortar la trama y la riqueza de detalles de la obra escrita para dar espacio a otros recursos narrativos en un tiempo limitado. En una historia como esta, en la que la historia transcurre conforme a las entradas del diario van apareciendo, el guionista se juega tanto la sustancia de la historia como la originalidad de la forma. Sin embargo, la adaptación escrita por Hwang Jo-yoon y dirigida por Won Shin-yun, nos devuelve un relato animado que retrata el espíritu de la novela: la inquietante lucha interior del personaje central por encontrar coherencia en su memoria.
Al escribir un guion se dice que cada página bien escrita es el equivalente a un minuto en pantalla esto, en una adaptación, requiere un trabajo loable, ya que el guionista se convierte a la vez en un traductor y en creador: las 151 páginas de la novela convertidos en 118 minutos que dura la adaptación. La película se toma la libertad de añadir detalles al pasado del personaje principal y lazos afectivos que no aparecen en la novela, así como respiros cómicos para aliviar la tensión. La historia central se sostiene y los detalles permiten al espectador comprender rápidamente a un personaje que en la novela se perfila más difuso y solitario. La adaptación le crea un entorno a Kim Byeongsu, le da relaciones personales, le da un marco de inicio a la pérdida de los recuerdos y sí, altera detalles del desenlace. Estas son quizá las principales diferencias con la novela, que por el contrario, se permite una narración más difusa y recortada, porque es el ejercicio de recordar (cada vez más difícil) lo que va guiando la narración. Sin embargo, el filme se permite complementar la historia con detalles externos para acelerar la comprensión y le añade un detalle compasivo al final, quizá para compensar al espectador.
La libertad que da el autor al definir físicamente a su personaje solamente como un anciano senil permitía una selección más amplia del actor principal, pero ante la construcción psíquica y las etapas que la novela manifiesta, era necesario elegir a alguien no solo por sus competencias dramáticas sino por la transición del personaje entre la juventud y la ancianidad; entre la lucidez y la demencia, lo que requiere ciertas habilidades expresivas, gestuales y corporales y que bien complementado por la caracterización (maquillaje, vestuario, peluquería), podrían dar como resultado un personaje memorable. Sul Kyoung-gu, con una extensa carrera en el cine coreano fue una decisión sumamente acertada, por este personaje. Obtuvo el premio al mejor actor en los KOFRA (Korean Film Awards).
No solo por la notable actuación sino por la construcción de los personajes, esta película es un buen ejemplo de las posibilidades de una adaptación. La trama no es completamente fiel a la novela pero se acerca bastante, y es quizá un buen recordatorio de cómo la literatura y el cine se relacionan sin llegar a ser un reflejo exacto una disciplina de la otra. Una leyenda urbana dice que un lector jamás encontrará mejor la película que el libro. Creo que la cuestión no es comparar, sino ver la intersección en que ambas se encuentran, sobre todo si a una además de leer le gusta el cine. Estas dos obras, tanto el libro como la película, son piezas valiosas por sí mismas.
Liliana Villatoro
Nací en Huehue, estudié en Xela y ahora vivo en Catalunya. Los libros y las películas son algunos de mis intereses especiales, además del dibujo y los marcadores negros. He publicado ficción e investigación.
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