top of page

Miguel Ángel Asturias vs. Rómulo Guardia

  • Foto del escritor: escine
    escine
  • 21 may 2020
  • 3 Min. de lectura

El señor presidente es, probablemente, la novela más conocida del único premio Nobel de literatura guatemalteco, Miguel Ángel Asturias. Hay una versión fílmica de la novela, dirigida por el venezolano Rómulo Guardia y, en esta entrada, discutiremos acerca de cuál es mejor.



Como toda buena novela, (de las de verdad, no las televisadas) El señor presidente tiene múltiples historias (o hilos narrativos, como les decimos los nerds literarios). Pero, principalmente, es la historia de Miguel Cara de Ángel y su caída de ser el favorito del “señor presidente” porque se enamora de Camila, hija de uno de los enemigos del dictador. Una trama inusualmente romántica para Asturias, que probablemente también sea el novelista guatemalteco más prolífico.


El autor, nacido en 1899, vivió durante la dictadura de Manuel Estrada Cabrera, el régimen autoritario más longevo en Guatemala y, lo que es peor, como hijo de uno de los enemigos del régimen. Posteriormente, también estuvo involucrado en el gobierno de Jorge Ubico, el otro gran dictador guatemalteco, pero esta vez, como diplomático y diputado. Esta parte de su vida es importante para la novela porque ella logra, al contar las interconectadas historias de diferentes miembros de la sociedad, retratar cómo se vive la opresión de un gobierno totalitario.


Y es justo en ese punto, en el retrato de la opresión y de la sensación de que el gobierno está en todas partes y es inescapable, que la película y la novela coinciden. Pienso que ese es el mayor mérito de la producción de Guardia, nacido en 1961, además de que adapta la historia, inspirada en el siglo pasado, a una actualidad más reciente, y logra la omnipresencia del dictador a través de cámaras de vigilancia, por ejemplo. Es casi como reminiscente del Gran Hermano. No obstante, confieso que no me gustan los demás detalles de la producción. Se me hacen mucho como de telenovela venezolana, desde la selección de actrices y sus vestuarios, como la secuencia de la luna de miel de Miguel y Camila. Esto, con seguridad, se debe a la experiencia del director haciendo cine más comercial, entre lo que se encuentran spots publicitarios, material para redes documentales como Discovery y telenovelas de su propia productora, cerrada después precisamente por el régimen gubernamental de Venezuela (no se sabe si fue por la producción de El señor presidente).


No obstante, hay que admitir que es una buena historia, la de Miguel Cara de Ángel y Camila, que merece ser conocida por más personas que las que nos aventuramos a leer a Asturias. Pero más allá de la historia en sí, es importante la reflexión social y política que realiza, porque refleja la injusticia de un sistema que podemos situar en cualquier país latinoamericano y en cualquier época. Es sumamente trágico ver cuán actual sigue siendo y que, mientras no hagamos cambios profundos y estructurales, seguirá habiendo miles de historias deprimentes y fatales en nuestro diario vivir. Y si para llegar a esa conclusión hay que adaptar la historia a un formato comercial y que así más personas puedan obtenerla, pues ya no alego nada. De hecho, está disponible en YouTube en una serie de dieciocho videos, y si quieren quitarse la curiosidad, véanla.


Eso sí, para los amantes del lenguaje y del buen hilvanar de una trama, la novela será siempre la mejor opción. La novela del místico autor guatemalteco logra atrapar tu corazón para siempre, haciendo que no puedas olvidar ciertos detalles. Por ejemplo, el epíteto de Miguel Cara de Ángel es “bello y malo como Satán”. No he podido dejar de pensar en cómo se vería una persona así y buscar en personas reales y actores alguien que cumpla esa descripción (que, por cierto, fue la decepción de la adaptación de Guardia, el actor que eligieron está muy lejos de ser siquiera malo, no digamos bello). Las descripciones de Asturias de Guatemala son impresionantes, así como las sensaciones y emociones que transmite. Inclusive, juega con los sonidos, no solo de los nombres, memorables también, sino también porque logra el sonido de los objetos pasando por la ventanilla del tren cuando Miguel va allí. No, definitivamente El señor presidente de Miguel Ángel Asturias, aunque haya sido una lectura obligada en las escuelas, no está sobrevalorada. Todos deberíamos leerla.


Hanna Orellana

Comments


  • Twitter
  • Instagram

© 2022 by ESCINE. Proudly created with Wix.com

bottom of page